Nos han enseñado a odiarnos... a tirarnos en el suelo o contra la pared, para luego ir a recoger los pedacitos de nosotras. Se nos ha enseñado por siglos y siglos a olvidarnos de nosotras, a aborrecer nuestro femenino.
No lo hagas, mujer.
No te aborrezcas, no te odies, no te acostumbres a romperte en pedacitos.
En tí, habita el tejido esencial de la vida en la Tierra, en el Cielo y en el Universo. En tu útero hermoso habita la posibilidad de todo. Que no se te olvide. Ya no dejes que nadie te cuente lo contrario.
En ti habita la espiral sagrada por donde llega la vida a la tierra. Sin tí mujer, no habría vida, no habría humanidad.
Ya no vuelvas a tirar tu sangre, los objetos preciosos que de tus manos emergen. Ya no vuelvas a optar por otros traicionándote a ti. No te acostumbres a desgarrarte sólo porque nadie entiende el mundo como lo entiendes tú.
Aprecia hasta la célula más pequeña de tu cuerpo.
Ama lo que tus manos hacen, nunca vuelvas a menospreciar tu arte y tu camino personal.
Encúmbrate, pues toda la verdad del Universo te habita, y eres la única que puede volver a sembrarla en la Tierra.
La Mujer Lunar
Arte: Alen Kopera