Las células son las estrellas de nuestro universo corporal, las mujeres son los faros de la naciente humanidad, más aún, ésta es la transición y la luz recién comienza a desplazar la oscuridad. Aún hay sombras abundantes, bosques oscuros de densos miedos, donde el tupido follaje de la incertidumbre impide los rayos de luz llegar hasta los corazones.
Y los dioses pidieron a través de los maestros árboles, entregar la antorcha encendida a la mujer,
mas no a la mujer miedosa y conformista, no a la mujer resignada y
quejosa, no a la mujer débil y desprovista de confianza en sí misma,
sino a esa mujer, que, aún levantándose desde sus errores,
atravesando sus miedos y rompiendo sus cadenas, se atreva a levantarse,
caminar con paso firme hasta que sus brazos se conviertan en alas y el
vuelo a la luz sea inevitable.
Esa mujer vive en semilla, es todas las
mujeres esperando el agua de espiritualidad y la luz del conocimiento
para germinar, crecer y florecer.
Es probable que la semilla de la nueva
mujer haya germinado, más que en el intento fue atada su raíz,
obligándola a permanecer enana, sometida, impotente, paralizada por
miedos que en nombre de una ficticia seguridad le ofrecen la protección
de una cárcel, paradójica situación que alimenta una alegría artificial
que perpetúa cadáveres con apetito, en esta constelación de estrellas
apagadas, esperando la oportunidad de despertar.
La germinación de la nueva
mujer comienza con un acto de rebeldía, suprema rebeldía, sagrada
disidencia de lo establecido, que en nombre de una normalidad anormal,
mutilada, esclaviza a la mujer en modernas cárceles de barrotes
invisibles.
Es preciso convertir la vida en una maravillosa aventura de aprendizaje sin límites,
sin auto engaños, sin verdugos, sin víctimas, sólo con el fervor de
crecimiento hecho manera de vivir creativa, timoneada por la
imaginación. Es preciso convertir la vida en una suprema ceremonia, para que todo sea sagrado, todo importante, mas nada demasiado importante como para impedir la lucidez, la serenidad y el amor.
Nunca hoy como antes la mujer tuvo la
oportunidad de convertirse en una mujer sagrada, en un ser lúcido y
sabio, en una guerrera-caminante, conciente de que nada puede perder
porque no busca ganar.
Cuán importante es que el despertar de
la mujer guerrera esté caracterizado por la tolerancia, la caminante
requiere de obstáculos en su camino, obstáculos que fortalezcan su
voluntad tornando a sus pasos serenidad y valor.
Las mujeres están regresando
convertidas en preciosos seres que derrochan belleza y musicalidad e
invitan a los hombres a instalarse y vivir en la dimensión poética de la
vida.
La mujer sabia no precisa hablar, su
presencia es suficiente, su mirada, su silencio, todo es enseñanza, su
amor se instala llenando el espacio de luz que habita...quizás todo
comience tomándose unas vacaciones a solas, es decir consigo misma, ¿qué
otra cosa tienes que a tí...?
¿ y si hoy te propusieras cambiar,
transformar a la mujer común en una caminante-guerrera, transitando un
sueño, encarnando una utopía, vivenciando que el paraíso es un estado de
conciencia ?
¿ y si te atrevieras a ser tú
misma, silvestre, salvaje, libre, natural, inocente, niña y abuela ? !
cuánta luz volvería iluminar tu rostro! ! cuánto amor emitirían tus ojos
! ! cuánta energía llenaría tus manos !
El despertar de la mujer adquiere connotación de rebelión, supremo acto de valor que convertirá la oruga en mariposa.
! fíjate con qué facilidad se desplaza
la luciérnaga en la noche ! En tiempos como estos estamos destinados a
vestirnos de luz. A eso hemos venido.
EL amor comienza más allá del temor.
Mientras tenemos miedo estamos paralizados. Es preciso avanzar en
dirección a nuestros peores miedos, es urgente enfrentar nuestros peores
monstruos, para descubrir que los tigres son de papel, es preciso
prepararse para tener la forma del agua, tan fuerte que perfora la roca y
flexible que tiene todas las formas sin dejar de ser agua.
Ser mujer en esta época, es una iniciación.
La mujer en este tiempo, en el que hay modificación de códigos
energéticos que rigen el planeta (los himalayas le entregan a los Andes
el papel magnetizador, convocando el retorno de la energía femenina)
tiene mucha responsabilidad. EL hombre privilegió lo externo, apostó su
vida en favor de lo cuantitativo, descuidó la esencia, pisoteó lo
sagrado.
Mujer, ¿comprendes el motivo trascendental de tu paso por la tierra? si así fuera, todo el universo apoya tus pasos.
Y más allá del temor, transita
la mujer guerrera, caminante de todos los senderos, porque cuando
vivimos en el corazón, donde sea que estemos, estamos en casa.
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Respuestas a esta discusión
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hola buenso dias me gusto mucho tu articulo lo podria subir a mi blogg.. se llama fashionlife.com.mx ........y bueno tenemso servicio de radi y tv via intenet se puede retrasmitir desde cualquier lado del planeta hasma saber si cuento con tu autorazacion por favor ,, muchas gracias buen inicio de semana
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Gracias por tu mensaje hermoso y reconfortante a nuestra alma,muy sabio somos grandiosas somos diosas,un abrazo dios te bendiga.
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Sencillo, profundo, orientador. . . . completo
Dios te bendice y te llena de virtudes. . . . y mí por haberme puesto en contacto contigo
GRACIAS MAESTRA
GRACIAS ÁNGEL
El despertar de la mujer adquiere connotación de rebelión, supremo acto de valor que convertirá la oruga en mariposa.
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