“Un viaje al interior de mi diosa”
“Toda mujer tiene dentro de sí una diosa”
El arquetipo de la diosa evoca a aquella parte de nuestra psique
que cree, siente y actúa como lo que Es, un ser con poder, sagrado, que
se avala, se ama y se reconoce en lo profundo de su manifestación
femenina.
ARQUE significa Dominio, Gobierno o Dirección; TIPO significa forma.
Podemos decir que UN Arquetipo es un modelo repetido a lo largo de todos los tiempos y de todas las culturas.
El arquetipo y mito de “la diosa” representa una forma de ser y de
actuar que reconocemos a partir del inconsciente colectivo que todos
compartimos.
La feminidad que “la diosa” proporciona en toda mujer es un regalo
de la naturaleza, por lo que ya es un don concedido. Nuestro cuerpo,
nuestro cerebro, nuestra función biológica…ya son factores que, de
manera natural y desde el principio de nuestra vida, nos han
condicionado. Posteriormente, otros elementos influyentes y
condicionantes, pasan a marcarnos pautas por las que vamos creciendo y
desempeñando el rol que, por una parte nuestro instinto y por otra
nuestro entorno, nos han empujado a ser.
“¿Cuándo nos perdemos?”
Pero por el camino, en la mayor parte de nosotras, vamos perdiendo
algo fundamental que nos hace dejar de estar conectadas a nuestra
esencia primordial. Nuestras necesidades son tapadas para cubrir las de
otros, nuestras ilusiones y sueños se ven relegados para apoyar los de
otros, nuestro poder interior se ve cedido para proteger la seguridad de
otros…y así…poco a poco….vamos desconectándonos de nosotras mismas….Y,
cada una con las propias particularidades de su personalidad que
resultan “frenos” , cuando se han dado cuenta de que están “perdidas”,
bien sean, los miedos e inseguridades que brotan, o la falta de hábito
en poner la fuerza y confianza en sus acciones….sienten que toda la
estructura familiar o laboral que han construido a su alrededor deja de
tener sentido, motivación, se ven impotentes ante la inercia acelerada
de su realidad, no saben cómo salir de eso que ellas mismas han creado….
Hasta que se produce una crisis personal, de relación, con los hijos, los amigos, su propia salud…..Es entonces cuando la vida nos da una oportunidad maravillosa para mirarnos dentro,
observar lo que está avocado a la despedida y aquello que quiere nacer y
despertar….Puede ser un proceso doloroso de continuados “darse cuenta”,
pero aún así, merece la pena “atravesarlo”….
“¿Qué hacer?”
Es importante apoyarse con terapias individuales, grupos de
crecimiento, expresión del dolor y verbalización de la situación,
técnicas de meditación, respiración, conciencia corporal (para que
nuestro cuerpo no somatice reflejando el caos que vivimos)….porque todo
esto ayuda a definir e identificar aquello que NO QUEREMOS para saber,
real y verdaderamente desde nuestra mayor honestidad, QUÉ QUEREMOS a
partir de entonces…
Esto señala a mujeres y hombres….son los ciclos de
nacimiento-vida-muerte….de principio y fin…una ley implícita en todo
organismo vivo, y que nosotros tenemos el privilegio de atestiguar desde
la Consciencia.
“La relación entre Lo masculino y lo femenino en cada mujer y cada hombre”
Los aspectos masculino y femenino se encuentran dentro de cada ser
humano. Ambos integrados les hacen un ser COMPLETO. En la nueva
humanidad, el salto de Conciencia que supone un reto en este momento,
requiere seres completos, integrados, en los que los aspectos de ambos
polos estén equilibrados y den cabida a un SER realizado. Es sabido que
dos medias naranjas hacen una cuando son complementarias; lo que a una le falta, la otra lo aporta, conformando una unidad. Se necesitan y dependen para completarse. Este fue el modelo de SER HUMANO del anterior siglo.
“Un nuevo tiempo, nuevas relaciones”
El siglo XXI requiere parejas (naranjas) completas e integradas,
las cuales sean en sí mismas auténticas y plenas, sin necesidad de otra
mitad para ser feliz. Una relación supondrá entonces la unión de dos naranjas completas
que recorren un camino común, que deciden transitar juntos…Por eso es
necesario que cada SER, hombre o mujer, sea CONSCIENTE de sus cualidades
masculinas y femeninas, las integre y sea capaz de expresarse desde ese
nivel.
Una vez que una mujer se ha reconocido como “Diosa” encontrará a un
hombre que también haya reconocido a su “Dios” interior. Por resonancia
dos seres semejantes vibran atrayéndose.
“Encontrando la respuesta dentro…”
Si toda mujer hiciese un viaje a su interior para recuperar su
propio poder, el poder de la diosa, encontraría... el poder de ser ella
misma, el poder de decidir conscientemente los caminos que quiere
seguir, el poder de conectarse a su centro y tomar decisiones desde ahí,
el poder de poner límites, el poder de tomar riesgos y decisiones
propias, el poder de expresar su sensibilidad sin miedo a ser juzgada,
el poder de conectar con su más alta misión o vocación y tener la
valentía de llevarla a cabo, el poder de nutrirse a sí misma y
completarse sin dependencias a otros, el poder de elegir un brillante y
abundante futuro confiando plenamente en sus posibilidades, el poder de
transformar emociones dañinas aprovechándolas para crecer y generando
otras positivas y expansivas, el poder de elegir y sentir con quién
quiere compartir y con quien no, el poder de expresar su creatividad y
su ser, compartiéndolo con seres afines…. Y así podríamos hacer una
larga lista de pensamientos y acciones encaminados a la plenitud y la
consciencia de ser y disfrutar la vida que tenemos en nuestras manos.
“Feminidad consciente”
Mientras que lo masculino y lo patriarcal posibilitó que emergiera
la consciencia del “yo individual” desde las profundidades del útero de
la Gran Madre, el despliegue de lo femenino dentro del alma permite a
este “yo individual” empezar a retornar y a conectar con su ser más
integro: cuerpo, alma y espíritu, y además le permite reconocer su
relación con la comunidad humana.
Lo femenino era ritualizado en ceremonias de toma de poder o
conciencia, en antiguas celebraciones iniciáticas, que, de forma
simbólica, se llevaban a cabo en los finales de ciclos naturales o
cuando se daba paso a lo nuevo despidiendo lo antiguo, donde círculos de
mujeres sabias transmitían su legado y experiencia a otras más
jóvenes, en círculos sociales y comunitarios de civilizaciones que no
han perdido su conexión con la Madre Naturaleza, y que, apoyándose en la
observación, salvaguardan sabias leyes.
Lo femenino como sabiduría impulsa a soltar amarras en lugar de
poseer. A vivir la vida como un proceso más que como piezas estáticas, y
puede llevarnos a profundizar en el morir, que es la condición previa
de nuestro devenir.
Lo femenino siempre respeta y venera los Misterios de la
Naturaleza, que son sus propios misterios, y muy rara vez atenta contra
Ella. Lo femenino está sometido a la Naturaleza y es incapaz de alterar o
cambiar el curso de los acontecimientos naturales. Lo femenino acepta
plenamente lo que es. Sin lo femenino y su respeto por la manera de
proceder de la Naturaleza, la ingeniosidad de lo masculino se volvería
muy destructiva para la vida.
Lo femenino nos invita a vivir las cosas terrenales como aspectos
integrales de nuestra totalidad. Contribuye a despertar nuestro sentido
de la responsabilidad hacia la Tierra. El sentimiento de cuidar del
planeta y no sólo explotarlo, es fundamentalmente femenino. También la
aceptación del movimiento y los ciclos que impulsan toda vida (frente a
la “estabilidad” que tanto buscamos y tanto nos contrae), el ritual como
apoyo a aquello que nos conecta con nuestras memorias ancestrales, el
respeto a nuestra intuición…
Desarrollando en nuestro interior los hilos de la relación entre
los opuestos, cielo y tierra, masculino y femenino, vida y muerte,
consciente e inconsciente, lo femenino dará a luz comunidades con
capacidad de SER.
“Practicando la Diosa”
La diosa es el arquetipo que canta a la
gran y amorosa Madre y la conjuga con la sabia Sacerdotisa. Mostrar el
amor por los demás prácticamente no nos cuesta a toda mujer…lo que
verdaderamente nos cuesta es amarnos a nosotras mismas, y esta es la enseñanza que la diosa nos ofrece:
respetar nuestra naturaleza receptiva, intuitiva, nutriente, nuestros
ciclos menstruales como fuente de generación de la vida; cuidar y nutrir
nuestro cuerpo como templo y vehículo de interacción con el exterior
que es transmisor de lo sagrado, expresar y compartir aquello que
pensamos, sentimos y hacemos con los demás, mostrando autenticidad y
gozo por ser quien somos; apoyarnos y ayudarnos entre nosotras para que
el resto de mujeres hagan de espejo y de cuarzo impulsor para
desarrollar el potencial que hay latente en nuestro interior; sentir la
naturaleza como una aliada, como la Gran Madre que nos enseña y nos
muestra la paciencia, su amor ilimitado, su poder transformador de
de-construcción y construcción del ciclo vital, entendiendo y viviendo
los agentes de cambio (agua-fuego-tierra y aire), la creatividad
maravillosa que posee al generar colores, olores, vida…
Vivir en la diosa de cada mujer es reconocernos como seres plenos, perfectos y con el poder de manejar nuestra propia vida.
Date el gusto de vivir este viaje como una aventura maravillosa que
te propone la existencia y que, no por casualidad, estás leyendo en
este artículo…Únete al poder de la diosa! ATRÉVETE MUJER!!! HOY....AQUI Y
AHORA!!!!
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Respuestas a esta discusión
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GRACIAS...
NUEVAMENTE PREPARANDOME A RECONOCER LA DIOSA EN MI...Y VIVIR A PLENITUD ESTA MARAVILLOSA EXPERIENCIA ELEGIDA.....
GRACIAS SU....
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Mientras que lo masculino y lo patriarcal posibilitó que emergiera la consciencia del “yo individual” desde las profundidades del útero de la Gran Madre, el despliegue de lo femenino dentro del alma permite a este “yo individual” empezar a retornar y a conectar con su ser más integro: cuerpo, alma y espíritu, y además le permite reconocer su relación con la comunidad humana...
...Lo femenino nos invita a vivir las cosas terrenales como aspectos integrales de nuestra totalidad. Contribuye a despertar nuestro sentido de la responsabilidad hacia la Tierra....
Vivir en la diosa de cada mujer es reconocernos como seres plenos, perfectos y con el poder de manejar nuestra propia vida.
DEMAS ESTA DECIR QUE LA ACTITUD DE TOTALIDAD QUE MANEJA LA ENERGIA FEMENINA SE VE A TRAVEZ DE OLOS TOEMPOS... EN LAS REUNIONES... DE LAS QUE LAS MUJERES NO PODEMOS PRESCINDIR..
SOMOS CORPORATIVAS POR NATURALEZA... CORREMOS A SOCORRER A UNA HERMANA .. UNA AMIGA... ESA SENSACIÓN DE HERMANDAD Y PROTECCIÓN FEMENINA ES NATURALMENTE ARQUETIPICA, Y NI SIQUIERA ESTE SISTEMA HA PODIDO DESTRUIR...LLEVAMOS LA BUSQUEDA DE LA UNIDAD ARQUETIPICAMENTE, COMO MEMORIA GENÉTICA Y VISIONARIA DE NUESTRA MISIÓN...
LA PRESENTIMOS DURANTE SIGLOS...HAGAMOSLA LIBRE HOY.. Y FLUYAMOS EN ELLA... EN ELLA ESTAN LOS CAMBIOS.. Y EL NACIMIENTO DE LA NUEVA RAZA....
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PODEROSA ESA INTENCIÓN DE SER UNIDAD EN EL TODO FINALMENTE......MANTENGAMOS VIVA LA LLAMA DE LA COMPASIÓN, DEL AMOR Y DEL "AMUCHARNOS"!!! TE AMOOOOOOO!!!!
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Una mujer, (como la semilla), atraviesa muchas fases en su vida y a lo largo del tiempo...Cada etapa de su vida puede tener su propia diosa o diosas más influyentes. Aunque también puede pasar toda su vida con un patrón de diosa a lo largo de las sucesivas etapas. Una diosa (un arquetipo) puede volverse activa y brotar a la vida cuando el arquetipo es provocado por una persona o un acontecimiento.
- La Gran Diosa, fuerza femenina profundamente conectada con la Naturaleza y la fertilidad, responsable de la creación y la destrucción de la Vida, que era Ella misma....asociada por tanto a la ciclicidad, es a la vez la Renovación constante, el Caldero mágico que siempre rebosa, el Espejo que refleja el Cielo. Algunos de sus símbolos sagrados demuestran lo majestuoso de ser: La serpiente, la paloma, el árbol y sobre todo la Luna y las aguas del espacio.
Mil gracias. Feliz y agradecida a la Creación por mi encarnación femenina.Respuesta de SusanaHonro a la Diosa que vive en vos mi preciosa almita!!!
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