La Luna está formada por cristales de agua que reflejan la luz del Sol, ella representa nuestra oscuridad y nuestra luz, nuestro ir al mundo y nuestro ir hacia el interior, nos enseña que reconociendo nuestra oscuridad nos volvemos transparentes, reconociendo nuestra sombra obtenemos claridad en nuestro mundo emocional. Nos enseña que hay tiempos de hacer y tiempos de no hacer, es la gran maestra de la Dualidad, mostrando que no necesitamos separarnos para aprender de la dualidad, por el contrario, necesitamos habitar cada uno de nuestros aspectos para empezar a reconocer la totalidad que somos, reconociendo que en la unidad con otros seres podemos vernos en ello y permitir que los otros se vean en nosotros. Un juego de palabras, un juego de aprender.
La Luna es magnética, reduce y aumenta las mareas, invita a las semillas a germinar, da la pauta de si las plantas luego de ser cosechadas pueden volver a crecer. Ella nos enseña que desde la quietud podemos mover y deshacer, atraer y repeler.
Esta gran maestra nos ayuda a caminar ciclicamente, aprendamos a seguir el Claro de Luna. Algunas veces experimentamos cambios que podrían parecer bruscos o inexplicables, pasa que caminamos con La Luna, pues nuestro cuerpo es también agua, sol, semilla, luz y sombra. Recordemos que la materia que nos compone es la misma que compone todo lo vivo, y La Luna está viva.
Aprender a caminar con La Luna nos devuelve a un lugar de humildad y grandeza, humildad por aceptar lo que se mueve internamente y grandeza por mirar toda la sabiduría que llevamos dentro.
Volvamos a nuestros ciclos naturales y la infinita sabiduría que nos traen. Que nos ilumine el Claro de Luna.
Guardiana de Luna
Amada presencia de la Diosa en mi, actúa este día: Ocupa completamente mi forma. Libera Luz Divina para que manifieste tu belleza. Cuida que todas las decisiones que tome estén de acuerdo con tu sagrada voluntad. Que toda mi energía sea utilizada para traer tu divina sanación a esta Humanidad. Te encomiendo mi alma, mi corazón, toda mi vida. Acepto que la Presencia equilibrada del Dios-Diosa. sean en mi.
miércoles, 14 de noviembre de 2018
domingo, 4 de noviembre de 2018
Embrujo de Mujer
La Mujer resulta natural-mente, Cuerpo, Corazón y Espíritu atractiva, salvaje y sensual porque está en su Naturaleza Humana, Divina y Animal.
Ella es indomable, rebelde y transgresora porque enarbola la bandera del Amor y la Libertad.
Su vulnerabilidad no es sinónimo de debilidad sino de una profunda Fortaleza que la dota de una gran Sensibilidad.
Sabe transmitir en Silencio la madurez y la sabiduría de la experiencia: la riqueza de una vida intensa y llena de vivencias; de heridas y placeres, de espinas y de rosas, de palos y laureles.
Una Mujer como tú, que ha tenido que luchar y esforzarse de verdad; que ha sudado, sangrado y sufrido para lograr domar su voluntad y conquistarse a sí misma hasta alcanzar la independencia y la estabilidad tanto laboral como personal.
Tú, Diosa, de igual a igual, que al tratar de controlar el Fuego y la Pasión por la Vida, la Vida en rebeldía se enciende y apasiona todavía más.
Tú, Bruja, que suscitas un irresistible perfume de conocimiento y una fuente inagotable de misterios, hechizos y encanta-mientos...
Tú, Musa, que desatas la Creatividad y la Inspiración del Hombre que se ha gestado en tu Sagrado Vientre.
Tú, Hembra, que aún conservas la Pureza, la Nobleza y la Inocencia de los Animales y aún en tu fiereza, cuando sacas las garras y los colmillos, sólo lo haces por Amor.
Tú, Sacerdotisa, ¿qué Hombre no querría bañarse en tus Aguas puras y cristalinas si tu Ser exhala Belleza, Fragancia y Vida como una Rosa en el Desierto y un Manantial de Poesía?
Cada vez que flaquées, recuerda a tus Ancestras. Ellas siempre te sostienen.
Cada vez que dudes de quién eres, sólo recuerda lo que eres, Diosa: Madre de la Vida.
Cada vez que olvides cuánto vales, mírate al espejo, Mujer. Adéntrate en tus ojos y reconoce tu Poder.
Cada vez que tengas miedo, no temas. Ama con Pasión y que el Fuego del Amor queme todos tus miedos.
Cada vez que un Hombre te hiera, no te culpes, no te doblegues, no te rebajes a su nivel. Recuerda que quien hiere es porque teme. Y quien teme no está a la altura de todo el Amor que mereces. No olvides que a él también le hirió una Mujer y ambos os estáis ayudando a reconocer vuestras heridas para sanar e iluminar vuestro Corazón.
Por eso, Mujer: Madre, Amiga, Amante, Hermana y Compañera, te dedico estas palabras que brotan de la Gran Verdad de mis entrañas. Y te digo a ti, que sientes la Alabanza de este Corazón malherido, que no estás sola y nunca lo estarás. Que las Estrellas nunca dejan de brillar aunque muchas veces no las podamos apreciar. Y que si no ven tu Belleza, no es porque no la tengas. Es porque no todo el mundo es capaz de verla.
Recuerda: TÚ ERES LA RAZÓN DE LA EXISTENCIA.
Nayun Al Masir
Suscribirse a:
Entradas (Atom)