domingo, 2 de septiembre de 2012

***La Era de la Diosa: el retorno de la divinidad femenina***


La energía femenina se presenta como una opción ideal para guiar la oportunidad de una transmutación masiva que tenemos frente a nosotros; su aprovechamiento podría traernos una luminosa evolución o, en el caso contrario, al colapso definitivo de nuestra especie





Transformación acelerada, tenaz desmitificación, y reinvención colectiva,  todos estos vívidos patrones que moldean el escenario que hoy compartimos. La creatividad comienza, finalmente, a ganar terreno al conocimiento sistematizado, y no es que esta divina bondad haya muerto en ningún instante a lo largo de nuestra historia, simplemente se trata de que las más influyentes tendencias socioculturales relegaron a este don a escalas poco dignas. La ciencia derroca, casi permanentemente, sus propios pilares, se habla de innovadores conceptos en los campos de la física, la biología, la astronomía, y el resto de las disciplinas que rigen en buena medida nuestro modelo de realidad. ¿Pero es acaso esta esperanzadora transmutación orgánica de paradigmas razón suficiente para suponer el retorno de la Divinidad Femenina?


Dentro de una cultura occidental que, debido a su ideología esencialmente dominante se ha logrado imponer al resto de las corrientes culturales, resulta más o menos obvia su predilección por la energía masculina. Centros urbanos que alegóricamente proyectan bosques tejidos a partir de fálicos edificios, la dosificada pero permanente relegación de la participación de las mujeres, el enaltecimiento de patrones conductuales ligados a la masculinidad, e incluso el uso de un lenguaje que, al menos en algunos idiomas, favorece per se a la cualidad del hombre por sobre la de la mujer, todos estos son rasgos característicos de un largo esfuerzo, tal vez oscuramente estratégico, dirigido a diluir el equilibrio de fuerzas entre ambos géneros.  Sin embargo, luego de varios siglos, parece que los defectos estructurales de esta cosmología masculina comienzan a forzar la balanza y parecen exigir el retorno de la Gran Diosa Madre.

Pero más allá de una necesidad esotérica por canalizar la feminidad de quien firma este texto, y la cual tal vez traduzco en una esperanza subjetiva, lo cierto es que existen diversos factores, tangibles y vivos, que sugieren la posibilidad de que la Divinidad Femenina, la Gran Diosa, pueda retomar el lugar que cósmicamente le corresponde:

a) El gradual pero constante restablecimiento de jerarquías en manos de las mujeres, tanto en el ámbito laboral, como en el político y el intelectual es un argumento significativo para reforzar esta –todavía- hipótesis.

b) La masiva atención que se ha generado en torno al eco-lifestyle y la conciencia medioambiental, que por más que este inmersa en una relativa frivolidad a fin de cuentas representa un llamado masivo a reconectarnos con el alma de planeta, una esencia innegablemente femenina, que ha sido constatada a través de múltiples proyecciones mitológicas: Demeter, Eris, Gaia, Pachamama,  Sophia, etc…

c) La incesante devoción que generan algunos íconos como el de la Virgen de Guadalupe  principalmente en México, las diosas Kali o Ganga (la deidad proyectada en el Río Ganges) en India, o incluso La Meca (esa inspiradora roca que se recorre circularmente), entre los islámicos, que de algún modo representan nuestra entrañable relación con el que pudiera considerarse como el arquetipo más poderoso o al menos más necesario en la evolución psicomística de la humanidad: el de la madre.

d) El ancestral arraigo espiritual que se ha mantenido, a pesar de las tendencias patriarcales, ante la Triple Diosa. También conocida como la Gran Diosa, este culto ha sido pieza fundamental del estudio mito poético de Robert graves. Esta deidad femenina, originaria de Bretaña, ha tenido que ser trasladado a la penumbra convirtiéndose en una devoción cuasi bruja pero que a la vez se refleja en la histórica predilección del pueblo británico ha ser gobernado por una reina. No deja de llamar la atención como a pesar de el agresivo desplazamiento que una cosmogonía matriarcal sufrió ante el afán de instaurar un patriarcado, y lo evidentemente orilló  a sus seguidores a guarecerse en el underground místico. Lo cierto es que no ha mermado en absoluto la conexión con la divinidad femenina.

Pero regresando a una actualidad menos etérea, resulta innegable que el desarrollo de los últimos siglos, y en particular de las recientes décadas, y el cual ha sido encabezado por occidente fálico, ha resultado en un deterioramiento de la calidad de vida en general, un  empobrecimiento de la condición moral de la población, así como otros factores que resultan en un diseño fallido de nuestra realidad geopolítica, económica y sociocultural. Y ante este escenario es difícil no contemplar la necesidad del retorno de lo femenino para equilibrar los patrones dominantes, y poco benéficos, que instauramos en los últimos tiempos.

Durante el último Congreso de la Paz realizado en Vancouver, Canadá, el Dalai Lama, el líder espiritual de los tibetanos lanzó una de las afirmaciones más celebrables que escuchado en los últimos tiempos, y ello a pesar de que en lo personal no me genera una afinidad especial, en la que profetizó: “La salvación del mundo será orquestada por la mujer occidental”. Pero  más allá de reafirmar la posibilidad del retorno de la diosa, lo interesante es la reflexión que detona alrededor de un compromiso fundamental que las mujeres, especialmente las de occidente pues han vivido en las entrañas del pulso fálico, deberán asumir para proyectarse, unificadas, como estrella polar que oriente la transformación psicoplanetaria.

Finalmente también es importante recalcar que el objetivo final de la evolución humana reside en el equilibrio entre ambas energías, la masculina y la femenina, pues solo así catalizaremos la misión cósmica que, quiero pensar, nos fue explícitamente asignada. Pero para ello sin duda deberemos pasar por un proceso de “feminización” el cual solo podrá ser guiado por las mujeres , recurriendo a aptitudes como la creatividad, la contemplación, la paciencia, y la purificación. Por otro lado, los hombres deberán de corresponder la danza iniciada por ellas y, cuando sea el momento oportuno, de la pista de baile emergerá un ombligo gigantesco, como la némesis de las plagas apocalípticas, que a la vez se transformará en un sendero. Cuando seamos capaces de andarlo conjuntamente, tal vez nuestra misión habrá comenzado y la nirvánica fiesta será inaugurada.

El pulso de la Divinidad Femenina resuena cada vez más claramente. El retorno de la Diosa se presenta como recurso ya no solo estimulante y armónico, sino vital, para dirigir con lucidez la transmutación de paradigmas. El planeta parece urgido de sacudirse el desequilibrio masculino que le impusimos durante siglos, la presencia maternal (contemplada desde una perspectiva planetaria) debe ser enaltecida, el dulce caos femenino toca a la puerta… y sería fatal para la especie humana ignorar una vez más su llamado.



Autor: Lucio Montlune



Respuestas a esta discusión

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Querida Susana recibe un afectuoso saludo de mi Diosa interna a tu luminosa Diosa...
Super interesante artículo  me hace recordar una conferencia de la escritora chilena Isabel Allende, a quien tuve la suerte de conocer en México y disfrutar de su inteligencia aguda, su tierna sensibilidad y humor, en la presentación de un libro.
Y ella que es feminista y una intelectual de vanguardia y no metafísica de nueva era,  describe perfectamente el avance de la energía femenina en este contexto histórico del salto de conciencia al 2,012. Isabel ignora que precisamente es la energía de la Diosa, la energía dorada de balance la que está ingresando llegando desde el gran sol central para producir los cambios.. Sin embargo, delinea el trabajo de la mujer en adelante, porque su alma si lo sabe. Dice:
"Si una mujer está empoderada, su familia prospera, si las familias prosperan, el pueblo prospera y todo el país. Por eso, las sociedades más pobres y retrógradas son las que siempre oprimen a sus mujeres... Dar poder a la mujer, va a cambiarlo todo... mujeres unidas entre sí, informadas, educadas...pueden traer paz y prosperidad a este planeta... Los hombres manejan el mundo y miren el caos que tenemos...
¿Qué clase de sociedad queremos? Llegó el momento de hacer cambios fundamentales en nuestra civilización; para ello  necesitamos energía femenina en la administración del mundo, un número crítico de mujeres en el poder y necesitamos cultivar la energía femenina en los hombres jóvenes..." El maestro Mikael Aivanof, en el libro el verdadero trabajo de la madre durante la gestación, dice: "Las mujeres son las depositarias de secretos inauditos gracias a los cuales podéis regenerar a la humanidad. De nosotras depende el futuro del género humano, en dos o tres generaciones, podemos cambiarlo, porque somos las que criamos y reproducimos las funciones del ser hombre y mujer.
Finalmente, Isabel añade: quiero que este mundo sea bueno... pongámonos de pié... y pongámonos a trabajar para crear un mundo, casi perfecto.
Nosotras podemos, un abrazo de guerrera de luz para todas ustedes mujeres maravillosas. Aquí el link para ver y escuchar directamente a Isabel Allende:

http://www.youtube.com/watch?v=_N-XKcvP7Bw
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Querida Daniela: Estoy totalmente de acuerdo contigo. Y eso sucedió porque luego de tanta represión producto del machismo la respuesta de la mujer fue el feminismo, que en el fondo solo quería voltear la tortilla, osea el revanchismo, pasar del machismo a una especie de hembrismo, donde desarrolló más energía yang. Hoy luego de todas las equivocaciones y excesos producto de ese necesario proceso, de la ley del péndulo, y de querer imitar en todo al hombre, o como tu lo llamas la masculinización de la mujer moderna, la mujer se olvidó de su esencia, de su naturaleza y de su misión de vida y ahora estamos en el momento histórico de balancear las energías, tanto en las mujeres como en el hombre. Una forma de hacerlo está en el artículo que publicó nuestra querida Susana y se llama Apertura y Conexión con la Energía de la Diosa, donde podemos activar en nosotras los códigos de la Diosa, una herramienta de hologramas que canalizó kai y su llama gemela Ornai, enseñanzas de la Maestra María Magdalena, para el actual proceso. Cuando nosotras sanemos y alcancemos puestos de poder en la sociedad, haremos los cambios que nuestra civilización necesita, haremos milagros, saltos cuánticos, con amor, con ternura, paciencia y sabiduría. Un abrazo de luz.

www.quantumholoforms.com
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Gracias grandioso mensaje de representacion de mujer de lo femenino,muy sabio,dios te bendiga.

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