Amada presencia de la Diosa en mi, actúa este día: Ocupa completamente mi forma. Libera Luz Divina para que manifieste tu belleza. Cuida que todas las decisiones que tome estén de acuerdo con tu sagrada voluntad. Que toda mi energía sea utilizada para traer tu divina sanación a esta Humanidad. Te encomiendo mi alma, mi corazón, toda mi vida. Acepto que la Presencia equilibrada del Dios-Diosa. sean en mi.
lunes, 6 de junio de 2016
Gran Diosa y Madre...
“Soy la gran madre, adorada por toda la creación y y existente antes de su conciencia. Soy la fuerza femenina básica, ilimitada y eterna
Soy la casta Diosa de la Luna. La señora de toda magia. Los vientos y las hojas en movimiento cantan mi nombre.
Uso la media luna sobre mi frente, y mis pies descansan sobre los cielos estrellados.
Soy los misterios aún no resueltos, un camino recién acometido. Soy un campo no tocado por el arado. Regocíjense en mí y conozcan la plenitud de la juventud.
Soy la madre bendita, la amable Señora de las cosechas. Estoy vestida con la profunda y fresca maravilla de la tierra y el oro de los campos llenos de granos,
Las mareas de la tierra son regidas por mi; todas las cosas se realizan de acuerdo a mi estación. Soy refugio y curación. Soy la madre dadora de vida, maravillosamente fértil.
Adórenme como la anciana sabia, guardiana del continuo ciclo de muerte y renacimiento. Soy la rueda, la sombra de la Luna. Gobierno las mareas de mujeres y hombres, y doy liberación y renovación a almas abatidas.
Aunque la oscuridad de la muerte es mi dominio, la alegría del renacimiento es mi regalo.
Soy la Diosa de la Luna, la Tierra y los mares. Mis nombres fortalezas son múltiples,
Vierto magia y poder, paz y sabiduría. Soy la eterna doncella, Madre de todo y anciana de la oscuridad y les doy bendiciones de amor ilimitado.”
sábado, 16 de enero de 2016
***BIFURCACIONES***
–¡No es así! –el fraile casi vociferaba mientras se ponía de pie de un salto-. Dios no tiene representación, no tiene forma física.
–Sin embargo cada vez que veo una imágen de Dios, es un hombre de barbas largas, un hombre. Incluso uno piensa en él y no en ella cuando lee los textos sagrados.
La anciana no parecía haber reparado en la cólera de su invitado y continuó sirviendo aguamiel en los jarros. El fraile no había visto la sonrisa que afloraba sutil en las ajadas comisuras de la anciana.
“–Y está muy bien –se apresuró a continuar mientras sacaba del horno una hogaza enorme, que despedía un perfume embriagador.- Así debe ser. Cuando las religiones son dirigidas por los hombres es más fácil hablar con la parte masculina de Dios. No sería lógico de otra forma.
El fraile no parecía disgustado del todo con la afirmación. No podía imaginar sus largas charlas en soledad con una bellísima diosa susurrándole al oído. Además el pan olía tan bien y el jarro de aguamiel era tan generoso que y podía escucharla durante un tiempo más sin discutir.
-–Hace mucho tiempo, cuando los hombres no habían roto la religión en miles de pedazos inconexos, antes incluso que pisara el mundo con sus pies de barro, Dios decidió crear el Universo, la luz, las luminarias del cielo, la Tierra y todo lo que hay en ella. –la anciana fue hasta la ventana y tomó la bandeja dónde se enfriaba un jamón cocido y lo llevó a la mesa, para luego sentarse y darle al fraile una cuchilla para que lo trozara-. Pero se encontró con un problema: no podía crear la luz sin que en algún sitio se formara la oscuridad, no podía generar los océanos sin que se formaran los desiertos, no habría silencio si no había sonidos, no podía hacer a los animales machos sin que surgieran las hembras. Comprendiendo que en toda su creación debía existir la dualidad, los polos, los opuestos; él mismo debía ser la exaltación suprema de la dualidad, para comprender, asistir y bendecir aquella nueva experiencia. Y así Dios fue masculino y femenino, el día y la noche, la fuerza positiva y negativa, el Cosmos y la Naturaleza, Madre y Padre.
El hombre de fe saboreaba el festín agradecido pero no perdía palabra de lo dicho por la anciana. Dentro de él reconocía cierta lógica.
“–La fuerza masculina del Cosmos, de los Astros, del Sol, creó a los animales y las plantas. Y finalmente al Hombre y lo puso en custodia de los Ángeles, uno por cada hombre, para que lo aconsejaran y guiarán en su camino al Cielo. La fuerza femenina de la Naturaleza, de la Tierra, bendijo a la mujer para que se multiplicara. Pero su instinto protector la hizo pensar en los animales y las plantas, desprovistos de protectores y a merced de los caprichos del hombre. Acarició a su lado masculino y descendió para besar a cada creación menor y por cada beso nació un ser etérico, un guardián de cada vida inferior, un preservador de las creaciones menores.
–O sea que Dios-mujer es un dios menor –puntualizó el fraile y enjuagó su boca con un trago de aguamiel.
–¿Acaso viviría el Hombre sin animales ni plantas? ¿Acaso puede vivir sobre la roca sin agua ni aire? La creación femenina puede ser sutil, casi imperceptible, pero es imprescindible. La energía de la Naturaleza no necesita brillos rimbombantes ni rituales ni ofrendas, está allí abierta como una madre para acunar al fruto masculino. Puede ser silenciosa y pasar inadvertida pero nada sería sin ella.
El fraile meditó largamente las palabras de la anciana.
–No me convence. La historia es muy poética pero no es más que un cuento de hadas.
–Así es –dijo la anciana y en su espalda aparecieron alas de mariposa que se extendieron mientras la mujer se encogía flotando en el aire. La casa desapareció, al igual que el fuego y todas las delicias de la mesa.
El fraile, sentado en el piso observó el circulo de hongos que lo rodeaba y tuvo el impulso de saltar fuera de él y alejarse, pero sonrió y se quedó quieto contemplándolo. En su paladar todavía sentía el sabor de la cena, la más exquisita que jamás probaría y supo que el resto de su vida añoraría aquellos manjares.
Contempló los árboles, las plantas y los animales del bosque bañados por la luna llena y creyó detectar en ellos un brillo que los rodeaba, y junto a cada uno un destello, como una luciérnaga, que le sonreían.
Extraído de http://hadamadrina.blogspot.com.ar/
- Muy lindo.... La manera de pensar de cada humano.... es admirable. pero todos llegamos a una conclusión: como dice el TAO: " el TAO que puede expresarse no es el TAO eterno. el nombre que puede nombrarse no el nombre eterno. / el TAO no tiene nombre y, y a la vez, carece de EL. Sin nombre, es el origen de todas las cosas; con nombre, es la Madre de las diez mil cosas./ La ausencia de deseos permite contemplar el misterio; la presencia de deseos solo deja ver su apariencia, Y en el propio misterio esta la puerta que lleva a todo conocimiento." (Tao Te Ching) Namaste.
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