sábado, 27 de octubre de 2018

🌺💜El Credo de la Mujer Real🌺💜



Yo creo que dentro de mí yace una extraordinaria mujer,
Y me comprometo a permitir que mi luz se expanda por el mundo.

Yo creo que la fuente de mi poder y sabiduría
está en el centro de mi ser,
Y me comprometo a actuar desde este lugar de fortaleza.

Yo creo que poseo pasión y potencial creativo en abundancia,
Y me comprometo a la expresión de estos dones.

Yo creo que ha llegado el momento de dejar ir
viejas ideas y actitudes insanas,
Y me comprometo a re-examinar lo que se me ha dicho
sobre la belleza y a descartar aquello que insulta a mi alma.

Yo creo que los pensamientos y palabras negativos
comprometen mi bienestar,
Y me comprometo a pensar y hablar positivamente sobre mi misma y sobre los demás.

Yo creo que las mujeres jóvenes necesitan modelos positivos,
Y me comprometo a ser un ejemplo de autenticidad y auto-amor.

Yo creo en la relación de mi bienestar y el bienestar del planeta,
Y me comprometo a una vida de conciencia plena
que percibe a todo ser viviente como sagrado y digno de mi amor.

Yo creo que es mi responsabilidad espiritual cuidar mi cuerpo
con respeto, cariño y compasión,
Y me comprometo a equilibrar mi vida de manera que mi cuerpo físico
sea expresado y nutrido por completo.

Yo creo que disfrutar es una parte esencial del bienestar,
Y me comprometo a quitar cualquier obstáculo del disfrute
y a crear una vida llena de exuberancia.

Yo creo que la mujer que se ama a sí misma
es una fuerza atractiva, poderosa y apasionada,
Y me comprometo, de hoy en adelante, a amarme a mí misma
profunda y extravagantemente.

Jan Phillips
Arte: Arna Baartz

Ser Mujer

Ser mujer es ser canal de parto
para todo lo que me atraviesa:
sentires, poemas, hijos, risas,
amores, proyectos, dolores,
visiones a través de mi corazón-útero,
misterioso y pleno, abierto y libre.

Ser mujer es ser espiral, círculo, curva, luna
desde un cuerpo que ha sangrado, gozado, parido
y hoy renace, menguando, con nuevas energías
para disfrutar de esta nueva etapa.

Ser mujer es la sensualidad, la intensidad,
el goce de habitar un cuerpo
dibujado en curvas y profundidades,
que ama ser recorrido y fecundado amorosamente.

Ser mujer es mi forma de amar y crear,
tomando y soltando, como la respiración.
Ser mujer es un compromiso inalterable con la vida,
un agradecimiento permanente a la existencia,
un gestar junto a otros: mujeres y hombres,
nuevas realidades más sanas y felices para todos.

Ser mujer es no cansarme jamás de bucear en cada alma,
la verdad y el amor.
Ser mujer es abrazar en círculo
a mis amigas, hermanas, compañeras.

Ser mujer es abrirme como corola a los misterios sagrados.

©Germana Martin

La Cancion del Corazón

"Toda mujer guarda, en su silencio, su canción espiritual"

Hace meses soñé con una hermosa mujer árbol escribiendo esta frase, es para mí, la confirmación profunda de aquello que late constantemente en mí: las mujeres somos magas de la oscuridad. Cuando las brujas vestían de negro, cuando las mujeres han danzando bajo cielos oscuros, cuando se ha honrado a la oscuridad, no han sido épocas de dolor y terror, por el contrario, han sido épocas de verdadera luz, pues es en lo oscuro que reside el vacío, y es ahí donde puede nacer la verdadera magia, aquella que permite el milagro del espíritu hecho carne.

¿Quién eres cuando se apaga la luz y no encuentras tus manos?
¿Quién eres cuando nadie dice tu nombre?
¿Quién eres cuando olvidas tu historia, tus pasos?
¿Quién eres cuando sueñas que eres?
¿Quién eres en este momento?

Si nos permitimos cerrar los ojos y dejar caer todo, toda idea de saber, toda idea de ser, si dejamos que, verdaderamente, todo caiga, ahí en ese lugar con los ojos cerrados, ahora, intenta encontrar el límite, ahí en ese espacio, encuentra alguna pared que te determine, que te limite, ¿existe?

Podría dejar todo esto ahí, más adoro el regalo de las palabras, disfruto profundamente de darle palabra florida a la experiencia de Ser, de Ser Mujer. Porque es un viaje precioso, un viaje lleno de misterio, lleno de muertes y renacimientos, lleno de instantes profundos y valiosos, lleno de risas, lleno de abrazos, lleno de abrir los ojos y saber, lleno de respirar y recordar.

Es en el vacío donde verdaderamente podemos encontrar nuestra esencia, a veces antes de dormir escucho canciones, y a veces logro colgarme de ellas y que me lleven de viaje, entonces luego sueño que las canto. A veces reconozco que ese vacío me habita - en mi idea de poder separarme de él, pues de lo único que estoy hecha es de vacío, de misterio - y cuando toma mi cuerpo, mi matriz se expande y recuerdo que soy esa canción, entonces voy a la tierra y me pongo a cantar, y reconozco que eso soy: espíritu hecho canción, misterio hecho canción, amor hecho mujer.

Todas somos eso, llevar una Matriz es un Inmenso Regalo, y también una inmensa responsabilidad.
Lo es pues todo lo que nace de nuestras manos son semillas, todo lo que sale de nuestra vulva son criaturas. Una vez en una montaña me dejé comer por La Madre Tierra, y de mi vulva nació el agua que baña el Planeta, y mi piel se hizo de Jaguar, y de mis manchas nacieron los colores que más tarde se hicieron flores.

Cada una de nosotras es eso.
La Matriz es un Holograma de La Creación.

Las mujeres somos fantásticas creadoras, y es esencial recordar que somos parte de La Tierra, pues es en esa sintonía que podemos empezar a experimentar a consciencia nuestro potencial creador. Es en el profundo contacto e íntimo diálogo con La Naturaleza que empezamos a entender nuestra verdad, es ahí donde nos convertimos en silencio para escuchar la canción de nuestra alma.

Entrar en el Agua y respirar, recordar que sabemos respirar bajo el agua pues ya lo hemos vivido. Nada de esto puedo transmitirlo con exactitud mediante las palabras, más deseo con todo mi corazón que algún día todas y cada una de nosotras podamos acariciar la tierra y saber que tal caricia existe internamente, pues nuestras manos y la tierra son exactamente Lo Mismo. Y me sentiré profundamente agradecida si puedo estar ahí, acompañándote, recordando que tú y yo, así como tus manos y la tierra, somos también exactamente Lo Mismo.

En cada rezo que elevamos estamos tocando el tambor por el recuerdo.

Que este viaje de carne y hueso nos permita recordar, recordar de una vez por todas que somos esa gran espiral, que nuestro amar es el vértigo de la creación, que nuestros ojos son el agua universal, que la vida es un milagro de amor.

Que seamos más y más, cada vez, ese millonésimo corazón.

(Fotografía por Amy Haderer)
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