viernes, 31 de agosto de 2012

SER DUEÑO DE TU PROPIO PODER, SER AUTÉNTICO, SER LIBRE.



Nos pasamos media vida (o más!) oyendo decir cómo debemos ser: sé un hombre, sé una señorita,
no seas antipático, se educado, no contestes, etc… Es como una lucha de identidad ajena. Tanto,

que a veces se nos olvida quién somos.

Lo peor viene cuando descubrimos que sólo siendo nosotros mismos, sólo desde la más genuina autenticidad
podemos comunicar algo y conectar de verdad con los demás. Sólo puedes comunicar aquello que eres.
Lo demás es teatro, impostación, hipocresía…. y más tarde o más temprano se acaba descubriendo.
Pero, ¿cómo puedes saber que eres tú mismo?. Algunas pistas:

- Dices las cosas de una manera espontánea (que no es lo mismo que impulsiva).

- Lo que dices, coincide con lo que piensas y sientes. Es decir, eres congruente.

- Haces lo que realmente quieres y sale de ti (o sea, no haces las cosas para agradar a los demás o para complacer).

- Te sientes realmente bien contigo mismo.

Y recuerda, de la única persona que no puedes escapar, es de ti mismo.

Ser dueño de tu propio poder, tu poder de ser auténtico, de ser quien realmente eres, trata de hecho,
de apropiarte de tu libertad. De muchas maneras, has cedido tu poder y/o libertad por tu forma de hablar ,de pensar y ser.

Por ejemplo, cuando dices o piensas algo como, “Esa persona me hace enfadar”, has cedido tu poder /
libertad de decidir si estar o no enfadado, a esa persona. Has dicho que no tienes poder, y que esa persona
tiene el poder de decidir cuándo te enfadarás.

Puedes elegir no hacerlo nunca más.

Sería más adecuado decir algo cómo, “Me enfado cuando esa persona hace eso”.
De esa forma, llegas a comprender que eres tú el que te ha hecho enfadar, y también que puedes
decidir sentirte enfadado, o sentir algo distinto.
Nadie más que tú “hace” que te sientas enfadado, o triste, o deprimido, o feliz, o sexy, o aburrido, etc.

A partir de ahora estás en el proceso de decidir por ti mismo sobre tu vida, tus opciones, tus acciones, tus sentimientos,
y lo que ves, ¿ porqué no adueñarte del poder de tomar decisiones a todos los niveles?.

Presta atención a las palabras que utilizas, porque ellas forman las bases de tus formas de pensamiento. Escucha tus palabras,
y date cuenta si ellas reflejan o no tu libertad de decidir por ti mismo, qué sientes o qué haces.

¿Dices, “Déjeme hacer esto”, pidiendo permiso o expresas tus deseos diciendo, “me gustaría hacer esto”,
o incluso “Voy a hacer esto?”. ¿Dices, “Esa persona me manipula” o “Me permito a mí mismo ser manipulado”?.
Cualquier cosa que hayas estado haciendo que no haya funcionado para ti, puedes elegir no hacerla nunca más.

¿Te has reprimido de expresar lo que realmente querías por lo que pensabas que alguien pudiese pensar?.
Entonces, has cedido el control de tu poder de palabra a esa persona.

Eres libre, lo sabes. ¿Estás deseando ser dueño de tu libertad?

Vives en un espacio que fue diseñado para ti. Es un espacio cerrado, acotado, vallado, lleno de normas, de reglas,
de leyes, de prohibiciones. Es un cuadrado, o mejor, un cubo, donde la vida se reduce a tres dimensiones.

Te educaron, te enseñaron, te convencieron de que la vida se reducía a eso, de que ese era el espacio, todo el espacio
posible, porque fuera de esas fronteras, mas allá de esas paredes, sólo existía el caos, el desorden, lo maligno.

Te enseñaron a pensar y a sentir dentro de esa jaula, que para unos es de oro y para otros, la mayoría, de
hierros oxidados. Pero siempre es una jaula, y tú su prisionero.

Redujeron tu mente a la mínima expresión, solo lo suficiente para que puedas cubrir tus necesidades animales y
vegetales, pero no para desarrollar tus capacidades como ser humano, no para impulsar aquellas cualidades
que te permiten pensar por ti mismo, ser tú mismo, aquellas que te conducen hacia la libertad, hacia el descubrimiento
de tu potencial, hacia la verdad de quién eres y qué futuro te espera cuando logres salir del cubo, de la prisión, de la jaula.

Te enseñaron a no atreverte, a no arriesgarte, a conformarte con lo que otros consideran bueno para ti, útil para ti,
suficiente para ti. A temer a lo desconocido, a aceptar los dogmas impuestos sin pensar si son o no ciertos.
A adorar a los “dioses”.
Te educaron para obedecer las normas sin hacerte preguntas, a acatarlas con sumisión y, además, con agradecimiento,
porque estás convencido de que no te mereces más.

Te engañaron y te siguen engañando. Lo hacen todos los días de tu vida. Lo siguen haciendo porque tienen que mantener
viva la gran mentira. Es su alimento. Es su razón de ser. Es lo que les mantiene en su pedestal.

Depositaron un poco de comida en tu jaula y grandes dosis de diversión enlatada para que estés entretenido, para que no
pienses, para que no cuestiones tu vida, tu situación, el sistema, el gobierno mundial del orden.

Pero, al igual que el pájaro, no fuiste diseñado para pudrirte en una jaula, sino para volar, para recorrer el espacio en libertad,
para tomar lo que es tuyo, lo que te pertenece, que es todo, porque todo fue creado para ti, sin límites ni fronteras.

Posees un cuerpo físico, tu vehículo, y posees una mente que tiene la capacidad de volar, de imaginar, de crear, de soñar.
Sí, de soñar, porque en tu sueño está tu libertad, porque los soñadores son los que rompen los barrotes de la jaula,
son los que se atreven a mirar más allá de las paredes del cubo-prisión, por eso son los peligrosos para el sistema,
los perseguidos, los rebeldes.

Puedes soñar y luego vivir tus sueños. Y nada ni nadie te lo pueden impedir, puede evitar que lo hagas,
porque nada ni nadie tiene poder para hacerlo.

Esa es tu gran arma, eso es lo único que puede romper las barreras creadas por las mentiras y abrirte
las puertas a nuevas realidades, a nuevas sensaciones, a una nueva vida, a una nueva realidad.

En el cubo-prisión ya no hay nada para ti, ¿Aún no te has dado cuenta?

Dentro de él tan solo eres un zombi, un esclavo que enriquece a los que lo diseñaron y que mantienen viva su
mentira como si fuera lo único real que existe.

De ti extraen su poder, como vampiros que necesitan la sangre para vivir.

Pero tú puedes soñar otra realidad. Sueña y serás libre. Sueña y volverán a tu mente los recuerdos de un
tiempo donde no existía el cubo-prisión.

Atrévete a romper las cadenas de tu cuerpo y de tu mente. Dentro de ti existe un “dios” que debe despertar,
que debe de tomar conciencia de sí mismo.

Mira a tu alrededor, mira en el cubo-prisión de tres dimensiones y piensa si esa es la vida que un Dios
crearía para sus hijos.


Si crees que no, entonces ya estás en condiciones de comprender que “alguien” creó esa mentira, que “alguien”
manipuló la verdad, que “alguien” se beneficia con ello.

Pero el tiempo de esa mentira toca a su fin, el tiempo de la tiranía de ese “alguien” se acaba, su mentira se
desmorona día a día, las paredes de la prisión se agrietan y la luz del exterior comienza a entrar.

Colabora tú desde dentro, colabora con tu decisión, con tu cambio personal, con tus sueños de un mundo mejor,
diferente, sin mentiras, en unidad.

¿No lo crees posible?, entonces estás bien dentro de la jaula, tu sitio es la jaula y tu vida es la que te mereces.

Pero si lo crees posible lucha por ello, y empieza por ti, por ser valiente, por ser sincero, por ser auténtico,
por ver a los demás como a ti mismo y desearle lo mejor que desearías para ti. Siente en tu corazón que
todos somos hermanos, hijos de un mismo Dios.
Sólo si te atreves, si te decides, descubrirás que ese mundo, el que existe mas allá de tu espacio-prisión,
de tu jaula, siempre existió, siempre estuvo ahí.

Pero siempre te lo ocultaron y tú siempre lo creíste, siempre creíste la mentira, en parte porque es más cómodo
resignarse que luchar, aceptar las migajas, que exigir lo que por derecho te pertenece.

Sueña y serás libre. Sueña y recordarás. Sueña y descubrirás quién eres en realidad, porque lo que conoces de ti
es lo que te hicieron creer que eras.

Atrévete ya, porque este es el tiempo de la Verdad, el tiempo del Recuerdo, el tiempo de romper las cadenas, las paredes
de la prisión, los barrotes de la jaula.

Si lo haces volarás libre por un espacio infinito, un espacio libre de normas limitantes, un espacio lleno de nuevas experiencias,
de nuevas vivencias, pero, sobre todo, lleno de futuro, de un futuro diseñado para el hombre, para la criatura hombre,
un futuro que no tiene nada que ver con este presente.

Atrévete a soñar y descubre que merecía la pena intentarlo.

¿Te has reprimido de mirar algo o a alguien por lo que otra persona pudiese pensar?.

Entonces, le has cedido tu libertad de elección de ver lo que quieres, a esa persona.

¿Te has reprimido de hacer lo que querías por lo que otra persona pudiese pensar? Has cedido tu libertad de acción.

Te has reprimido de hablar, de actuar, de ver lo que era autentico para ti. La visión clara se relaciona con permitirte ser auténtico,
y confiar en ello – de hecho, insistir en ello.

Al ser dueño de tu libertad, también debes desear reconocer la libertad de los demás. Nadie te da tu libertad – ya es tuya.
Sólo depende de ti ser libre. De la misma forma, tu no das a los demás su libertad. Tu sólo puedes reconocer que ellos la tienen.

Cuando haces algo, los demás son libres de sentirse cómo ellos elijan acerca de lo que tú haces. Para ti, sin embargo, solamente
estás siendo auténtico, y actuando con amor y libertad según tus motivaciones. Si eres malinterpretado, puedes elegir aclarar
el malentendido a través de la comunicación. No es necesario que cambies tu forma de Ser por la forma en que los demás se sienten.

Si eliges cambiar, debe ser porque tiene sentido para ti hacer las cosas de distinta forma.

De la misma manera, si otra persona hace algo por lo que tú eliges no sentirte bien, esa es tu opción.
Esa persona, también, es libre. Si el no sentirse bien es el resultado de un malentendido, puede aclararse a
través de la comunicación. No supongas nada. Pregunta, y entonces lo sabrás.

Si él no sentirse bien es el resultado de apegos que necesitas liberar en tu camino hacia la claridad y la libertad,
puedes encontrar otra forma de pensar y de sentir dónde te sientas mejor, en la cual no estás decidiendo lo que
otra persona haría de distinta manera, sino preferiblemente lo que tú necesitas hacer de otra forma.

Si esperas que la otra persona cambie su forma de Ser por la forma en que te sientes, entonces estas queriendo
controlar a esa persona. Si no quieres ser controlado, ¿estás deseando cesar de controlar?.

Quizás en el pasado, cuando mirabas una situación que no considerabas óptima, habías decidido lo que la otra persona
debería haber hecho de forma distinta, o que debería hacer de diferente en el futuro. Cuando te apropias realmente
de tu poder y de tu libertad, eso ya no lo haces más – si no, solo decides lo que podrías haber hecho de distinta manera
entonces, y lo que puedes hacer de distinto a partir de ahora, en el futuro. Cuando eres sincero acerca de esta cuestión,
tus pensamientos se incluyen también en el proceso. Mientras te encuentres pensando lo que otros harían, o pensarían, o
sentirían, no eres totalmente dueño de tu poder o de tu libertad.

Si quieres ser dueño de tu libertad, ¿ estás deseando reconocer la libertad de los demás también?. Entonces,
puedes comprender que no haces a los demás tristes, si no que ellos pueden decidir sentirse de esa forma cuando
tú haces algo. Tú no les haces felices, si no que – ellos optan por sentirse así cuando tú haces algo.


No importa lo que hagas, digas, algunas personas lo aprobaran, y otras no. Tienes la libertad de decidir con qué personas estarás.
Si decides estar con los que te juzgan, puedes sentirte como una mala hierba en un jardín, sintiéndote constantemente como
si necesitases defenderte a ti mismo y a tu forma de Ser.

En cambio, puedes elegir estar bien cuando te juzguen, sabiendo que solamente estás siendo quien tú eres, y que los demás son
libres de sentir lo que quieran acerca de esto. Pueden estar juzgándote bajo sus estándares, pero tú estás viviendo bajo tus
propios estándares. También puedes elegir estar con esas personas que no te juzgan, y en cambio, te aprecian por quien eres.
Puedes sentirte más libre, y más relajado cuando eres auténtico, siendo quien realmente tú eres. Comprenderás que tú no eras
una mala hierba, sino solamente una flor en el jardín equivocado.


CAMILA Y SHINE

Que tengas un hermoso Día pleno de Armonía Perfecta con todo el Universo
Namasté



Respuestas a esta discusión

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gracias,amiga hermana del alma,estamos en un momento de cambios tanto internos como externos,el desapego el pasado,y todo lo que nos impide nuestra evolución.graciaspor tus palabras alen ah por cierto siv eres madre felicitaciones, porque hoy es el día de la gran madre de todas las madres inmaculada concepción,y siento tanta dicha y alegría y amor en mi corazón que los quiero compartir.bendiciones siempre amiga hermana del alma.
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GRACIAS.... UN ABRAZO DE LUZ....
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CUANTA SABIDURIA ALE , MUCHAS GRACIAS.
ESTAS PALABRAS ME RECUERDAN UN LIBRITO DEL DR. MIGUEL RUIZ SOBRE LOS ACUERDOS , SABIDURIA TOLTECA.
1- QUE TUS PALABRAS SEAN IMPECABLES
2-NO TOMES LAS COSAS PERSONALMENTE.
3-NO HAGAS SUPOSICIONES.
4-DA SIEMPRE LO MEJOR DE TI EN LO QUE HAGAS.
QUE DIOS TE BENDIGA
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La libertad...palabra grandiosa...cuando en verdad lo experimentas..vana cuando tu libertad esta sujeta al pensamiento y acto de los demas...Ser libre...cortar con todo aquello que nos impide pensar y actuar de manera espontanea...Ser nosotros con defectos y virtudes ...sin querer agradar a nadie...solo a nosotros mismos....Gracias mi Ale hermosa....Te amo...yo

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